En medio de partidos de soccer, recoger niños, pensar que hacer de comer, ir por la tintorería, comprar el super, hacerle de doctor, estilista, consultora de imágen, pediatra, dentista, psicóloga, maestra, ama de casa, esposa, madre, hija, hermana y amante, ¿acaso no es la idea del juego lo que también nos gusta de Christian?
En el libro uno, El Cuarto de Juegos (The Playroom) es el lugar que másnos intriga de todo el penthouse de Escala. No importa que es un penthouse, noimporta que mide chorromil metros cuadrados, no importa que tiene una sala másgrande que cualquiera de nuestras récamaras. Tampoco importa que es la torre de márfil en donde vive nuestro héroe. Importa que en medio de una biblioteca, estudio, recámaras (si, son varias) y una cocina que es el sueño dorado deJulia Childs, hay un Cuarto de Juegos (muy diferente del cuarto de juegos donde encontramos un X-Box, Playstation, Atari y seguramente todas las consolas habidas y por haber).
Después de entrar por primera vez al Playroom (me gusta más en ingles, además de que leí el libro en el idioma original) y quedarnos con el ojocuadrado por todo lo que hay dentro, lo único que queremos es regresar lo más que se pueda. Cada vez que se abre la puerta al Cuarto de Juegos, se nos abrela puerta al mundo secreto de Christian. Es ahí en el único lugar donde vive el alter ego de Grey (lo veremos salir en público en el segundo libro, pero todavía no llegamos a esa parte).
El Playroom es tan otro mundo, que hasta Christian tiene un uniforme que usa exclusivamente para ese lugar: los jeans usados, rotos en la rodilla con ese botón desabrochado que guarda tantas promesas.
Me parece muy atinado que la autora le haya puesto el Playroom. Pudo haber escogido cualquier otro nombre. Pero la idea de “jugar” es la que másatrae. La relación sexual entre una pareja que tiene más de 10 ó 15 años de casados (como la mayoría de las mujeres que leen la trilogía) comienza a perder el elemento del juego, yo diría por ahí del final del primer año de matrimonio. Entonces, jugar nos remite a nuestro pasado, nos recuerda de cuando éramos niñas, un momento en nuestras vidas en donde sabíamos perfectamente como estar. Y es que estar implica estar en el presente y estar en el presente, en el aquíy el ahora implica tener nuestra conciencia abierta, nuestros sentidos a tonocon nuestro ambiente. Es exactamente eso lo que buscamos entre todo el menu de actividades que mencioné arriba. Porque el menu de actividades que llevamos acabo todos los días nos alejan de nuestra conciencia y nos acercan a la monotonía, la rutina. Y la rutina y monotonía permean también dentro de la recámara.
Christian sabe como jugar. Y no nada más sabe jugar y sabe las reglas del juego y como usar el equipo (el suyo y los juguetes) sino que sabe como anticipar. La anticipación es el juego de la seducción que no tiene cábida en la monotonía de nuestras vidas: no tenemos tiempo de seducir a nuestra pareja yellos mucho menos tienen tiempo de seducirnos a nosotras. Pareciera que junto con la Epístola de Melchor Ocampo nos dijeron también que una vez que dices si,ante Dios y la congregación dices alto al juego de la seducción. El juego pasa desapercibido: nos da flojera, se nos escapa la creatividad con cada cambio de pañales.
Y de pronto llega este hombre cuyo mantra es “la anticipación es la llave de la seducción”. Christian sabe como preparar la escena. Por eso le pidea Ana que se quite la ropa, que se hinque, baje la cabeza y lo espere.
“Estoy en bragas, arrodillada junto a la puerta. Tengo el corazón en la boca. Madre mía, pensaba que con lodel baño habría tenido bastante. Este hombre es insaciable, o quizá todos los hombres lo sean. No lo sé, no tengo con quién compararlo. Cierro los ojos y procuro calmarme, conectar con la sumisa que hay en mi interior. Anda por ahí en alguna parte, escondida detrás de la diosa que llevo dentro.
La expectación me burbujea por las venas como un refresco efervescente. ¿Qué me irá a hacer? Respiro hondo, despacio, pero no puedo negarlo: estoy nerviosa, excitada, húmeda ya. Esto es tan... Quiero pensar que está mal, pero de algún modo séque no es asi ́. Para Christian está bien. Es lo que él quiere y, después de estos últimos días... después de todo lo que ha hecho, tengo que echarle valor y aceptar lo que decida que necesita, sea lo que sea.” Anastasia Rose Steele
La conclusión: recuperar a nuestra niña interior, recordar el juego de resorte, matatenas, canicas, o lo que sea quejugabamos con nuestras amigas. Apelar a esa niña que vive dentro de nosotras para que sea la niña la que rescate a nuestra adulta y diosa interior. Dejar de lado las convenciones sociales, lo que está bien para unos y mal para otros y encontrar lo que está bien para nosotras. Jugar el juego. Anticipar y seducir. No dejarnos llevar por el momento, perdiendo nuestra capacidad de accesar a nuestra conciencia sino más bien reunir nuestros sentidos, tenerlos alerta, en elpresente, en el aquí y el ahora, sentirnos vivas…jugar.
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